Entendiendo que estos últimos años han significado un gran cambio en los patrones de la movilidad de las personas, los autores indican que en toda la UE, el transporte público se vio especialmente afectado por la pandemia y varios operadores sufrieron una caída superior al 50% en el rendimiento del transporte durante 2020. El número de usuarios se ha ido recuperando lentamente, pero en la mayoría de las ciudades en las que se disponía de datos, la diferencia entre los niveles de 2019 sigue siendo del orden del 20-30% (al menos, en el momento de la elaboración del estudio).
Movilidad activa
La movilidad activa, por su parte, se benefició de los cambios de comportamiento estimulados por la pandemia, por ejemplo, en algunas ciudades la bicicleta se convirtió en el principal medio de transporte y esta tendencia continuó hasta finales de 2022. Caminar también se hizo popular para desplazamientos cortos, razones por las que un número creciente de ciudades ha aprovechado el impulso para ampliar la infraestructura ciclista y las zonas peatonales, atrayendo a aún más usuarios potenciales.
Los retos a largo plazo de mejorar el transporte local y lograr la neutralidad climática exigen un esfuerzo concertado. La amplia muestra de las 362 ciudades candidatas a la Misión de la UE sobre Ciudades Climáticamente Neutrales e Inteligentes proporcionó varios ejemplos de cómo se necesita ahora una combinación de medidas (tecnológicas, de planificación y normativas) y de cómo la pandemia ha aumentado la necesidad de invertir en transporte público y movilidad activa.

